S.O.S. Galáctico (Ralph Barby)

Autor: Ralph Barby (Rafael Barberán Domínguez)

Año: 1978

Nº 394 de "La Conquista del Espacio" (Bruguera)

Portada: Miguel Garcia

96 págs.

Valoración: 😐

ARGUMENTO

La gran nave X-Nidal-20 de la Confederación Terrestre recibe un enigmático SOS galáctico desde el mayor satélite de Saturno, Titán. Cuando llegan al satélite descubren una extraña nave averiada en la que se hayan varias tripulantes, incluida la princesa Kalina, huidas de un desconocido planeta llamado Venol que ha sido conquistado por los agresivos Gowm. La princesa pide ayuda a los terrícolas para luchar contra los invasores advirtiéndoles que seguramente serán los próximos en la lista de los Gowm...

OPINIÓN

Irregular novela que resulta tediosa por momentos lo cual es especialmente grave en un bolsilibro. La historia con los protagonistas y la princesa extraterrestre y sus escarceos y conversaciones relativas a la procreación, con la rivalidad añadida de la protagonista terrícola celosa, resulta bastante cansina. Y es que además ese rollo de la chica fría y hostil hacía el protagonista pero que en realidad está coladita por sus huesos está demasiado visto en las novelas del autor. Pero más chocante resulta ver el tema del planeta liderado por mujeres donde los hombres son inferiores tanto física como mentalmente que utilizaría pocos años después en la novela "Piratas espaciales". Tampoco cosas como que con una sola nave los protagonistas venzan a los invasores del planeta Venol resulta muy convincente. Un planeta por otro lado que debe ser una birria de pequeño porque todo se resuelve en un punto especifico. Vamos, es como si conquistaran la tierra conquistando, por ejemplo, Madrid...En fin, al margen de la poca credibilidad general están las inevitables incongruencias propias de una novela de ciencia ficción con muchos años encima. Por ejemplo aquí se nos explica que Saturno tiene nueve satélites, que es lo que se creía en los años 70, pero la realidad es que tiene nada menos que 82, casi todos ellos descubiertos en este siglo que vivimos. Desde luego esto no tiene mayor importancia y lo comento como anécdota de una novela bastante floja por las cosas antes mencionadas pero que más o menos se deja leer. Vamos, que tampoco merece un pulgar hacia abajo.