¡S.O.S!...¡Comando costero! (George H. White)

 


Autor: George H. White (Pascual Enguídanos)
Año: 1951
Nº 9 de "Colección Comandos" (Editorial Valenciana)
Portada: Tomás Porto
127 págs.

Valoración: 👎

ARGUMENTO

George Walpole es un joven que tiene que elegir entre casarse con la mujer que ama y ser desheredado por su padre o renunciar a ella y casarse con la mujer que lord Settlewhite le ha designado y que está a la altura de su alcurnia. Al final el joven George, que es tenido por cobarde e inútil por todos, es abandonado por su novia ante su indecisión y poco después en un ataque de rebeldía y asqueado consigo mismo abandona el lujoso hogar paterno y se enrola en la guardia aérea costera. La lucha contra los barcos y submarinos alemanes le deparará grandes momentos de peligro...

OPINIÓN

Floja novela bélica de Enguídanos con un argumento que no resulta muy convincente en general. Primero por utilizar el socorrido artificio argumental de las "casualidades inverosímiles", algo no muy frecuente en este autor pero si en otros autores de más bajo nivel. Luego la radical "trasformación" del protagonista, como también suele pasar en estas novelas con personajes parecidos, no resulta del todo creíble y el autor exagera demasiado el arrojo temerario y la valentía del antes cobarde e inútil personaje. Escenas como en la que se abalanza sobre uno de los guardias alemanes que lo tienen prisionero a él y a los demás náufragos porque ese guardia "miró con lujuria" a una de las prisioneras dan un poquito de vergüenza y es una muestra de la exageración del cambio de personalidad antes mencionado. Y esa es otra, tan riguroso que suele ser Enguídanos en los temas que trata en sus novelas bélicas aquí asistimos a cosas con tan poco rigor histórico como ver a un submarino alemán recogiendo náufragos enemigos, algo que por razones obvias no hacían (1) ya que ni había sitio en esas claustrofóbicas naves ni podrían seguir con su misión porque tendrían que volver a tierra a desembarcar a los náufragos prisioneros. Pues aquí nada menos que recogen a ¡20 náufragos! y encima se los llevan a una base secreta no se sabe muy bien para qué. La huida de los prisioneros de esta base secreta apoderándose de un submarino alemán sin saber ninguno nada de estas naves salvo un comandante de submarinos entra ya en el terreno casi de la ciencia ficción. En definitiva esta es la peor novela bélica de este autor que he leído hasta la fecha y lo que más me ha gustado es la portada que, como es frecuente en esta colección, refleja escenas de la novela con bastante fidelidad.

(1) Es más, Hitler dio la orden de que se ametrallaran a todos los náufragos enemigos pero ante el rechazo de la mayoría de comandantes de submarinos para cumplir tan criminal orden al final se dejó a la elección de cada uno cumplirla o no.

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