Jibaro Vargas (José Mallorquí)

 

Nº 3 de la colección "Jibaro"

VALORACIÓN: 👍

Con este tercer número de la colección que lleva su nombre, Jibaro emprende la segunda etapa de su vida literaria, la de la venganza. En el orden cronológico argumental esta es la cuarta novela del personaje, siendo la continuación de la novela titulada "Matanza". Al igual que en esa novela, Jibaro sigue siendo prácticamente un adolescente. Lo que no impide que sea conocido y temido por todos, parece que su fama se ha multiplicado, y que provoque irresistible atracción en la féminas. Para mí, está es la mas floja de las novelas que he leído hasta ahora del personaje. El tema, ya de por si poco original,  del protagonista obsesionado con la venganza hace recordar demasiado al César Guzmán de "Dos hombres buenos". Este iba recorriendo el oeste buscando a un grupo numeroso de hombres, sin saber la mayoría quienes eran, para vengar la muerte de su esposa. Y eso es exactamente lo que hace Jibaro con la única diferencia de que él quiere vengar a su padre. Por otro lado, y teniendo en cuenta que sigue siendo poco más que un adolescente, resultan quizá demasiado exageradas algunas de las cosas que hace o como quedan prendadas de él todas las mujeres que se cruzan en su camino sin excepción. Mujeres que además el joven vengador desprecia en general, ya que es un redomado misógino. Tampoco es que sea muy afable con los hombres, por más que muchos sean indiferentes a sus desprecios...Como el mejicano apodado "Chindo", que es despreciado continuamente por Jibaro y a pesar de eso le sigue como un corderito hasta el punto de que tiene toda la pinta de convertirse en el compañero inseparable en futuras aventuras. 

A pesar de no ser de las mejores de la serie, la novela es bastante digna y entretenida, y en ella se puede apreciar en muchos aspectos la calidad narrativa de Mallorquí.