Cadáver-puzzle (Adam Surray)
Autor: Adam Surray (José López García)
Año: 1978
Nº 283 de Selección Terror (Bruguera)
Portada: Alberto Pujolar
95 págs.
Valoración: 👍
ARGUMENTO
"La hora del crimen" es un exitoso programa de televisión en el que se recrean los crímenes de famosos asesinos y posteriormente se realiza un debate con la participación de los espectadores por vía telefónica. El sargento de la policía David Connor se encuentra entre el público en el plató porque antes del programa la presentadora recibió una llamada en la que un personaje anónimo anunciaba que durante la emisión iba a cometer el primero de una larga serie de asesinatos que superarían en brutalidad a todos los expuestos en el programa. El escéptico policía cree que está perdiendo el tiempo hasta que durante la sección de llamadas reciben en directo por parte del asesino anónimo la confirmación del crimen prometido dando el nombre y la dirección de la victima. Cuando la policía accede al domicilio en cuestión descubren con espanto una joven despedazada...a nacido el que a partir de ahora se denominará "Asesino del Puzzle".
OPINIÓN
Una historia de asesino en serie que no desentonaría demasiado en cualquier colección policíaca a pesar de la detallada descripción del aspecto sangriento de los asesinatos, algo a lo que por otro lado el autor era muy aficionado. La novela resulta entretenida y discurre correctamente sin sorpresas pero también sin momentos chirriantes o poco convincentes como suele ocurrir en muchas de estas novelas. El autor refleja muy bien el mundo del morbo y la tele basura americana que por lo visto en esos años ya estaba en boga en ese país. La portada de esta novela me confirma una vez más que en la mayoría de estas novelas los ilustradores solo tenían la referencia del título para realizar la portada. Así ateniéndonos al título tenemos un cadáver y piezas de puzzle...Sin embargo lo reflejado no tiene nada que ver con el contenido porque los cadáveres eran siempre de mujeres y lo del puzzle viene porque el asesino las despedazaba y dejaba sus partes colocadas ordenadamente.
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