La casa de las 3 brujas (Alex Wilkie)

Autor: Alex Wilkie (Alberto Luis Pérez)

Año: 1954

Nº 148 de "Colección Comandos" (Editorial Valenciana)

Portada: Jose Luis

128 págs.

Valoración: 👍

ARGUMENTO

Un comando de cinco británicos liderado por el ex periodista John Winterton es enviado a la Checoslovaquia ocupada por los alemanes para realizar una misión que hasta ellos mismos desconocen. Pero pronto empezarán las complicaciones principalmente cuando Will Coweb, uno de los miembros del comando, recibe la información de que hay un infiltrado en el grupo y de que todos sus movimientos están bajo vigilancia de los alemanes...

OPINIÓN

Estamos ante una novela completamente de espionaje y sin nada de acción bélica. Pese a que al principio resulta algo desconcertante, con el relato excesivamente detallado y bastante innecesario de las pruebas a las que someten al protagonista que va a ser el jefe del comando, la novela resulta muy interesante en conjunto y con buenas dosis de suspense e intriga muy bien llevadas demostrando el autor que domina bien su oficio. Un autor del que existe muy poca información y solo he podido localizar suyas un par de novelas policíacas publicadas en la década anterior (o sea, los años 40) que sorprendentemente tienen como protagonista a un periodista llamado John Winterton, el protagonista principal de esta novela. Un dato curioso este de rescatar a personajes de sus anteriores novelas policíacas y que quizá explique por qué el autor se decantó por una trama no bélica y más cercana al género que parecía dominar mejor...

También hay que decir que el acontecimiento que se cuenta, el atentado mortal contra el poderoso nazi Reinhard Heydrich, no tiene el más mínimo rigor histórico tal como se narra en la novela. No sé si el autor desconocía todo lo referente al atentado o si aún conociéndolo le importaba un pimiento ceñirse aunque fuera un poco a la realidad de los hechos, pero el caso es que la novela resulta tan interesante y entretenida que la verdad es que poco importa eso.

La portada refleja el único momento de acción de la novela; el atentado al vehículo en el que viajaba Heydrich.