¡...y las estrellas gritaron! (Curtis Garland)
Autor: Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz)
Año: 1976
N º 287 de "La Conquista del Espacio" (Bruguera)
Portada: Antonio Bernal
ARGUMENTO
La Supernave 1009 recorre el espacio en un viaje sin fin. A bordo, el comandante Judd Shark y 700 tripulantes más, todos exiliados políticos del tiránico gobierno de la Tierra, han sido forzados a aceptar esta travesía sin retorno por el Universo en busca de planetas con vida. Para mantener el control de los viajeros está la supercomputadora Alfa 17, el auténtico cerebro de la nave. El viaje transcurre de manera monótona hasta que, a años luz de la Tierra, encuentran un planeta que parece albergar vida. Para su asombro y perplejidad, ese planeta resulta ser idéntico a la Tierra. Así comienza una aventura alucinante para el comandante Shark y sus compañeros. 
OPINIÓN
La novela empieza bastante bien con esa nave, sus tripulantes forzados y la computadora que lo domina todo, quizá inspirada en el Hall 9000 de "2001. Una odisea del Espacio", película estrenada pocos años antes, surcando el Espacio en busca de lo desconocido. La aparición de el planeta idéntico a la Tierra aumenta el interés por momentos. Desgraciadamente, poco a poco el interés se va diluyendo en un argumento cada vez más fantasioso y delirante que, por lo menos a mí, me hizo "desconectar" de una lectura que hasta ese momento me había parecido bastante interesante y atrayente. No puedo decir mucho sobre este tema por no contar demasiado y desvelar los "misterios" en los que se ven envueltos los personajes. Pero, como digo, me resultaron excesivamente fantasiosos y hasta un poco pueriles en su planteamiento. Aún así, la novela se deja leer, sobre todo por esa primera parte antes de que el autor se "desmadrara". En cierto modo, esta novela me ha recordado otra de Garland, "Eternidad en mis manos", que es incluso peor que la presente.
La insulsa portada del gran Antonio Bernal (no se calentó mucho la cabeza para crearla, la verdad), no tiene relación con la trama.
El comandante Shark tuvo que verlo con sus propios ojos para creerlo. Una copia exacta de la Tierra, planeta que debía estar a miles de millones de kilómetros de distancia... 
.jpg)







Comentarios
Publicar un comentario