El hombre de Montana (José Mallorquí)
Nº 9 de la colección "Jibaro"
En esta novela seguimos con un Jíbaro viajando de aquí para allá, sin un aparente destino fijo, acompañado del inseparable Doc MacLaw y —esto es nuevo— de Marina, la chica de la novela anterior, que, lejos de ser "otra más" que pasa por las manos de Jíbaro, parece haberse unido al grupo. Eso sí, el joven no pierde la ocasión de recordarle que no espere nada de él, aparte de la amistad (y de un revolcón de vez en cuando, se entiende), porque no está hecho para atarse con nadie y ama su libertad. Y muy bien que hace: millonario y libre. Así que, Marina, no te hagas ilusiones.
Hay un momento en que Jíbaro se pone a recordar situaciones y personajes pasados de sus anteriores aventuras, lo cual está muy bien porque, además de refrescar la memoria al lector, le da al personaje un poco de continuidad, y eso siempre se agradece. Hasta piensa en Belle Mac Mahon, preguntándose qué habrá sido de ella y si debería buscarla... Como se entere Marina, se puede liar gorda.
De todas formas, el protagonismo de Jíbaro en esta novela es más bien discreto, ya que "el hombre de Montana" del título, entre otros personajes, acaparan bastante atención en el argumento. Un argumento que gira en torno a una señora de armas tomar, Doña Dolores Contreras, su dominio sobre la región y, sobre todo, su hija ciega, que se ha casado sin su permiso. Y esta mujer no se detiene, por lo visto, ante nada: si hay que matar al yerno indeseado, se manda matar y listo.. Aunque el final nos reserva una sorpresa...
Por supuesto, nuestros amigos se meterán en medio del follón como quien no quiere la cosa... Una buena novela, con un argumento bastante coherente y bien ideado, que se lee con agrado hasta el final.
En una oscura y lluviosa noche, Lewis Crawford paga un alto precio por atreverse a casarse con la hija de Doña Dolores, desafiando la voluntad de esta...
Comentarios
Publicar un comentario