Recetario (Lou Carrigan)

Autor: Lou Carrigan (Antonio Vera Ramírez)

Año: 1984

Nº 596 de Selección Terror (Bruguera)

Portada: Antonio Bernal

93 págs.

Valoración: 😐

ARGUMENTO

El detective privado Amos Wind es contratado por una bella millonaria inválida para que encuentre discretamente a su marido desaparecido desde hace días. En su búsqueda Amos encuentra un extraño y repulsivo recetario, compuesto de recetas para cocinar carne de animales como perros y gatos, que parece tener relación con el desaparecido...

OPINIÓN

Durante parte de la primera mitad de la novela tenía la buena sensación de estar ante otra excelente obra del género de Carrigan. La trama parecía prometer y todo estaba muy bien llevado consiguiendo una ambientación inquietante por momentos (el descubrimiento por el protagonista del apartamento lleno de animales despedazados y el recetario). Pero luego empieza a torcerse un poco cuando la chica protagonista (que por lo menos para variar es inválida, aunque eso si, de una belleza impresionante...) prisionera y en una situación más bien desesperada, empieza a tirarle los tejos al inspector que acaba de conocer hace dos días diciéndole que le ama y cosas así...Mala señal. Poco después nos enteramos de que estamos ante otro científico locuelo, que es la trama recurrente hasta el hartazgo del autor en este género, aunque lo peor es la motivación del científico y sus cómplices para hacer lo que hacen, que no voy a decir por no poner spoiler pero que más que de poco convincente yo la definiría de estúpida. En la parte final tenemos algún buen momento aunque todo se resuelve de forma demasiado simple. No es una novela para tirar a la basura porque tiene sus puntos de interés pero tampoco creo que sea una buena novela. La dejaremos en decepcionantemente pasable.

Decir que aunque esta novela no se ha vuelto a editar en formato bolsilibro, se incluyó en el primer recopilatorio sobre Carrigan de ACHAB publicado en el 2017 y titulado "Los 7 pecados capitales".

Por último decir que la magnífica portada de Antonio Bernal como es costumbre no tiene ni la más mínima relación con el argumento de la novela.